La colocación de implantes se realiza hoy por hoy mediante un proceso sumamente sencillo.

Se colocan a través de la encía y con total comodidad para el paciente, que apenas nota molestias. En cualquier caso siempre es necesaria una radiografía para comprobar el estado y la calidad del hueso.

Dependiendo si se coloca en la parte superior o inferior, el implante necesita de 3 a 6 meses para fijarse por completo al hueso. Durante ese tiempo se debe mantener una higiene excepcional y tratar de no masticar por esa zona.

Mucha gente teme que su cuerpo rechace el implante y le genere un nuevo problema. Sin embargo pueden estar tranquilos, el implante no genera rechazo en sí. En ocasiones no se fija al hueso debido a un acúmulo de bacterias o a una infección localizada pero eso no significa que nos genere ningún tipo de respuesta negativa en el resto del cuerpo. Suele tratarse de una molestia en la zona del implante y en muchas ocasiones el paciente ni siquiera lo nota.

Pasados los meses oportunos se comprueba que el implante esté totalmente fijado al hueso, en cuyo caso se tomarán las medidas para el diente que irá colocado sobre el implante. El tiempo que tarde ese diente en colocarse dependerá de la dificultad de la anatomía de los dientes del paciente, del color e incluso de la zona dónde estamos trabajando.

En la mayoría de los casos la opción más estética y más conservadora cuando se pierde un solo diente siempre es el implante.